El hachís ha sido considerado durante mucho tiempo un manjar por los entusiastas del cannabis de todo el mundo. Pero hay muchas diferencias entre el Black Afghan que encuentras en una cafetería holandesa y el BHO que obtienes en un punto de distribución norteamericano. En este artículo, le mostraremos diferentes tipos de hash de todo el mundo.
Tricomas: la clave para hacer cualquier tipo de hachís
lo primero es lo primero; Para comprender mejor el hachís, es necesario comprender la planta de cannabis. Las plantas de cannabis hembra producen flores que, si se dejan sin polinizar durante mucho tiempo, producen una resina espesa y pegajosa. Esta resina está hecha de tricomas; diminutas estructuras parecidas a pelos que se ven como cristales a simple vista y como diminutos hongos de vidrio bajo un microscopio.

Los tricomas son las centrales eléctricas que crean los cannabinoides, terpenos y flavonoides que le dan al cannabis sus efectos, aromas y sabores únicos. El hachís se elabora separando estos tricomas de los cogollos de cannabis, recortándolos y concentrándolos en un extracto potente.
Hash de resina en vivo laminado a mano: charas indios y bolas de templo nepalíes
En India y Nepal, los lugareños hacen hachís frotando cogollos de cannabis vivos entre sus manos.

El subcontinente indio alberga Cannabis Indica y una de las formas más antiguas de producción de hachís. En India y Nepal, el hachís (o Charas, como lo llaman los lugareños) se elabora frotando cogollos de cannabis vivos entre las manos durante horas. Finalmente, los tricomas de la planta forman una resina espesa y oscura que se raspa en bolas o palos con una textura cremosa similar a las trufas de chocolate.
Dry Sift Hash - Negro afgano, rojo libanés, paquistaní, ladrillo turco y polen marroquí
El hachís Dry Sift se elabora tamizando suavemente los cogollos de cannabis secos y cortando una malla fina. Esta suave fricción ayuda a separar los tricomas en un polvo fino conocido como kief. Este kief luego se prensa en bloques utilizando diferentes técnicas, dependiendo del área de producción.

Por ejemplo, en Afganistán, el hachís (conocido localmente como Chars) se elabora mezclando kief con pequeñas cantidades de té para formar una masa que se amasa a fuego lento hasta que adquiere un color negro intenso y una consistencia espesa y suave que se asemeja al dulce de azúcar.
El hachís marroquí, por otro lado, se hace presionando repetidamente el kief usando solo presión y calor. El hachís paquistaní se elabora con una técnica similar, aunque algunos residentes paquistaníes incorporarán su hachís en piel seca de oveja o cabra para realzar el sabor.
Rosin Hash
Hacer colofonia es fácil. Simplemente implica presionar los cogollos de cannabis secos con mucha presión y calor. El resultado es un extracto dorado claro, libre de contaminantes y de gran sabor y potencia.

Agua helada o Bubble Hash
Bubble Hash (también llamado Ice Water o Ice-O-Lator hash) es muy diferente de las cepas de hachís que mencionamos hasta ahora. Se elabora mezclando cogollos de cannabis congelados con agua y hielo, removiendo esa mezcla para ayudar a separar los tricomas del material vegetal y, finalmente, pasando el agua a través de varios tamices de malla. El resultado es un hachís desmenuzable con una consistencia similar a la miel cristalizada.

Bubble Hash puede ser muy aromático y sabroso, ya que las bajas temperaturas utilizadas durante la extracción ayudan a preservar algunos terpenos y flavonoides frágiles que se pueden perder en presencia de calor.
La revolución del butano, el propano y el CO2: cepas de hachís Shatter, Wax, Crumble y Budder
El hachís no es lo mismo desde que la gente aprendió que podían usar disolventes como butano, propano y CO2 para extraer grandes cantidades de cannabinoides y terpenos de la marihuana. Hoy en día, este tipo de extractos, que a menudo se venden con nombres como Shatter, Wax y Budder, dominan por completo el mercado del cannabis, especialmente en América del Norte.

El hachís elaborado con butano, propano o CO2 debe desecharse con sumo cuidado, ya que los productos químicos utilizados en el proceso de extracción pueden ser tóxicos y extremadamente volátiles. Sin embargo, estos nuevos métodos de extracción son capaces de producir algunos de los hachís más potentes disponibles. Parte del BHO (Buttane Hash Oil) que se vende en los dispensarios de EE. UU., En algunos casos, contiene hasta más de 50% THC.
Fuentes que incluyen LeafScience (Y), MJPurePlayIndex (Y), Wikipedia (Y), zeweed (Y)